María Julia Oliván: “Fui a un psicólogo y a una psiquiatra, estuve medicada, tenía el alma desmayada”

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Cuando su hijo tenía 4 años ya no quería levantarse de la cama, dejó de mirarse al espejo, dejó de escuchar las noticias, se abandonó. Necesitaba solamente estar con su hijo. Su vida entera estuvo y está supeditada a Antonio, que tiene autismo. Postergó cuidarse, salir, viajar, y lo que más le gusta: trabajar. Cómo fue su proceso de aceptación. La fuerza, la resiliencia y el aprendizaje como modo de vivir.

27 marzo, 2025